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Dias 5 y 6 - Los Jaladores

Dias 5 y 6 - Los Jaladores Como al lado del mar Barraqueño con dos profesoras mexicanas, el lugar es de lo mejor de alli , se llama Tato y si caeis por este territorio no dejeis de tomaros un tremendo sudado de camarones y cualquier pescado a la plancha. La tarde cae como un Dios indefenso y me doy cuenta que todos los domingos son iguales en cualquier parte del mundo, golpea la nostalgia, el dejar que pasen la horas, el muermo intocable de los corazones sin esperanza. Tomamos unas cuzqueñas cerca de la plaza de Armas y una pelea rompe la monotonia de la tranquila ciudad. Aqui anoche a las 18 h , una brisa recorre los callejones de este sitio y las canciones nos invitan a pedir otro pisco y continuar hablando de los mundos. El rumor de los coches, la musica con sabor a salsa y al ataque de un nuevo ceviche en un lugar coqueto sentimental. Es temprano ya es el dia siguiente, me acerco a la estacion de autobuses, el mio sale a las 9,15. La comitiva del Festival sale por la tarde-noche pero yo prefiero estar en Lima, al dia siguiente imparto el taller y tengo que ultimar algunas cosas en el CCE. El viaje es impagable por todo lo que vi, oi y senti. Parto solo con una maleta y una mochila. El autobus es preindustrial, sus asientos y su carroceria se asemeja los antiguos carromatos de posguerra, azules y pesados. Cargo mi bulto al lado de mi asiento, me esperan 200 km por la carretera que bordea la costa y que para en cada pueblo, el viaje promete. Llegamos a uno de los pueblos mas importantes entre la capital y Barranca, alli suben los vendedores ambulantes de chuches, bocadillos, bebidas , mas pasasjeros, mas gente hacinada en los pasillos del autobus, mas gente pasando calor, el autobus huele a carcel turca y aun asi la gente sigue pidiendo un pasaje para la ciudad, pasan las horas, solo Nicolas Caige pegando tiros de diestro a siniestro y en un perfecto acento venezolano rompe el sopor del viaje. Mi compañero de asiento me advierte que tenga cuidado me va a robar y yo digo y por donde escapara el ladron. Mi compañero, es un policia secreta, habitualmente hacen la ruta para detectar a los rateros que se acercan al Lima en el dia a dar sus pequeños sablazos, son cacos de pueblos cercanos que trabajan el distrito, echan el dia alli y regresan. Amarro mis pertenencias y miro a traves de mis gafas de sol al sospechoso, se da cuenta que estoy al quite y de pie en medio del pasillo busca otras presas. No tengo tan claro que sacara de alli, la gente que vieja es bien pobre y apenas llevan cuatro cosas, que querran robarles?. A 50 km de Lima hay un accidente en la Panamericana libre, la insegura, la peligrosa, por la que voy. En la otra ocasion vine por la de "dentro", la segura, la de pago. La carretera bordea el precipicio de tierra sin guarda railes, sin quitamiedos, en curvas ascedentes y precipios de 400 metros a nuestro lado derecho, abajo el mar gris, aqui el mar no tiene ni color. Dos camiones han chocado de frentes, son de mercancia, la carretera queda cortada, hay mas coches, policia y gente, rapidamente se improvisa una ruta alternativa desviandonos por la carretera, se organiza una caravana por el medio del desierto hasta conectar nuevamente con la carretera y sortear a los camiones, la cobradora advierte con un grito "cierren las ventanas va a entrar polvo",la gente sella hermeticamente el autobus y nos bamboleamos por la tierra, el espectaculo es de tuareg motorizados, atras quedan los camiones volcados y el retos de sus mercancia. Subimos, y subimos, trepamos por la carretera y ya el acojone que tengo es considerable, veo los precipicios y pienso de esta no salgo, el autobus va a 40 por hora con curvas y con un desnivel en el terreno que da miedo, panico, es increible, va mas lento, sube deprisa, marca las curvas, que se acabe esto pronto. Entro en una situacion de panico como no habia tenido , recuerdo cuando antes de tomar tierra en el puto aeropuerto de Luxemburgo me paso algo similar, aquel dia estuvimos a punto de irnos a la caja de pino gratis. Coronamos esa especie de puerto de arena y atacamos el descenso, veo los campamentos bases en los terraplenes de la pobreza, ahora bajamos por un terreno mas seguro. El ingeniero que contruyo esta carretera y que luego tuvieron que modificar porque habia coches en las costas cada semana era -imagino que la habra palmado el cabron- un lumbreras, a quien se le ocurre hacer ese trazado. Vemos los primero "conos" -asentamientos de pobreza expulsado a la comnurbacion de Lima-, aqui empieza a bajarse gente, entramos por la ciudad norte y espectaculo de favelas es impresionante, arriba como coronando la gran metafora que es este pais podemos leer en letras gigantes talladas sobre la arena "PERU ADELANTE". Pueblos miserables y casas de papel de fumar. La ciudad entra por los barrios y las estaciones de parada donde uno puede apearse son muy diversos al grito de "señorita paradero", el autobus para, la señorita es la cobradora de billetes, que vende las Inka Colas, se juega la vida cada dia en trayecto de ida y vuelta y ademas hace de "jaladora" por los pueblos para que la gente se anime a montarse al autobus, hasta que no esta lleno la camioneta no anda. Economia de mercado. Como hay libre competencia las empresas de transporte se disputan los clientes, llevandoles en volandas hasta los autobuses, haciendoles descuentos en el momento y ayudadas por todos los vendedores de comida y saladitos, agarran por los brazos a los viajeros y los montan en el autobus, van "jalando" hasta completar el numero de asientos que haya, mas los espacios libres del pasillo. Los vendedores a cambio suben y pueden vender y los "especialista" pillar unos centimos de Sol que llevarse a su bolsillo. Paradas como "Metro", que es el rotulo de un gran almacen que por ser gigante y amarillo es referencial para el viajero, parada en "Metro" significas pararnos en una gran superficie, porque el letrero nos da el punto exacto de donde nos encontramos. Llegamos a Lima y de todo el pasaje que habia solo quedamos 7 pasajeros, la estacion por llamarla algo es un garaje en medio de la ciudad con tres autobuses mas. Bajo rendido, cansado y feliz , he vuelto a nacer han pasado 4 horas desde que sali. Un taxi y al hotel, el barrio de Miraflores me parece el paraiso. Esta tarde tengo que reunirme con un Angel. Cenamos. Vemos una sesion de cortos de cineastas limeños - excelentes, que imaginacion y que frescura, ojala pudieramos pasarlos por alli - luego un concierto de jazz con autenticos maestros en La Noche. Caigo en la cama y todavia me quedan ganas de ver el canal internacional de TVE, se que llueve en Madrid, aqui la lluvia nunca la vieron, eso dicen. Mañana empieza el taller y tengo ganas tratra con la gente quiere enterarse de lo que hacemos por alli. Sueño con precipicios y barrancos, creo que no es grave.

1 comentario

La Diabla -

Vaya épica que tuviste, Nacho, si Homero se hubiese enterado hubiese tirado su Odisea a la papelera y hubiese escrito La Nachea. Pero me gustó mucho el final feliz de tu odisea: "he vuelto a nacer"--lo unico que se te puede decir entonces es, Happy Birthday!