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"El desencanto en un país contradictorio" por Nacho Fernández

"El desencanto en un  país contradictorio" por Nacho Fernández

Según el último informe elaborado por el banco Merril Lynch sobre la Riqueza en el Mundo, nuestro país se alza en el número 10 de territorios que posee más ricos -personas que tienen más de 1 millón de dólares en activos financieros netos-  entre el top de la riqueza mundial EE.UU, Japón y Alemania. 

Este dato no deja de sorprender cuando mucha gente apenas logra salir cada mes de su agujero de cosas por pagar.  

Hay bancos españoles que compran fuera, compañías que compran fuera, empresas que se expanden... pero la pregunta es por que esa riqueza que se supone producimos a costa de  nuestras abusivas comisiones bancarias, nuestros compras a cargo y el nulo control personal de nuestro consumo eléctrico, de agua o gas, digo, ¿por que esa riqueza no revierte en nuestro entorno?. Quizás porqué algunos se están haciendo ricos con el esfuerzo de los apenas llegan a fin de mes.  

Nuestros sueldos, las más bajos de Europa, nuestros intereses bancarios uno de los más altos de Europa, el acceso a la tecnología - ADSL- la conexión más cara de Europa, la vivienda la más cara de Europa, el metro cuadrado de oficina en Madrid uno de los más caro de Europa...a veces me pregunto como sobrevivimos. He conocido a jóvenes recién licenciados o con dos años de experiencia en empresas de todo tipo, multinacionales, pymes, empresas familiares...que ven con desasosiego que no avanzan vitalmente. Me estoy refiriendo a la gente que vive para trabajar.  

Resulta que en el siglo XXI donde la Sociedad del Ocio y el Conocimiento va ganando terreno como riqueza emergente, nosotros apenas tenemos tiempo de disfrutar de ella. Horarios de trabajo excesivos, nula aplicación del teletrabajo, esfuerzos sobrehumanos para conciliar vida laboral y familiar,  estrés de ciudad...muchos de estos jóvenes mileuristas - su salario está entorno a los mil euros- se ven abocados a vivir en situaciones extremas de pobreza. Si así es, de pobreza.  

Entre la renta del piso, la comida diaria y el ocio controlado, sus recursos son de pura supervivencia. ¿No es pobreza sobrevivir? . Quieren disfrutar de un taller, de un viaje, de una película y no pueden acceder a ello, no pueden pagárselo, simplemente porque tienen que guardar para afrontar sus necesidades básicas. Luego nos sorprende que la piratería en la Red siga en aumento. Que pueden hacer si comprar originales desde su economía de escala es imposible. Estamos desaprovechando a la generación mejor preparada de este país. La arrinconamos a los espacios de marginación sin que tan siquiera puedan disfrutar del estado del bienestar como lo hacen otros jóvenes europeos.   

Algunos optan por la opción de salir de estos trabajos de esclavos y refugiarse en modesto empleos que les de más tiempo libre. Otros abandonan la ciudad hartos de no prosperar y se organizan en actividades de ocio en la naturaleza. Muchos aprietan los dientes y siguen con su iPod en los oídos intentando que la música les salve de su rutina, para evadirse, para intentar buscar su hueco en el mundo. Para ver si esa oportunidad de la que hablan los anuncios y el dinero les llega alguna vez. Son los otros, los nuevos excluidos sociales. Es mi hermano, es tu hijo, es el vecino que con treinta años aun vive con sus padres.  

Este país es cada día más rico, la pena es que esa riqueza este tan mal distribuida. Lo cierto es que se va fuera para conseguir nuevos rehenes. No es un problema de globalización, ni deslocalización, es sencillamente una cuestión moral. Sin duda una crisis profunda de lo que significa tener y llevar una vida digna.  

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