Muchas gracias, Madrid
Una publicación popular estadounidense sitúa a la capital en el 12º puesto del mundo en amabilidad, por delante de Londres o París
Entre febrero y marzo, la publicación preparó tres pruebas para elaborar la clasificación. Dos periodistas (un hombre y una mujer) escenificaron tres situaciones para valorar la amabilidad de los ciudadanos. En una de ellas, uno de los redactores dejaba caer un fajo de documentos para ver si alguien le ayudaba a recogerlos y ordenarlos. Mientras, observaban la reacción de las personas que se encontraban en el lugar.
Otro de los experimentos preparados por los periodistas consistió en comprobar cuántos ciudadanos sostenían la puerta de las cafeterías para ceder la entrada o salida a otros. Por último, determinaron la amabilidad de los dependientes de las tiendas. Comprobaron cuántos dependientes agradecían la compra al cliente.
La educación de los madrileños fue examinada exhaustivamente. Los periodistas de la revista americana realizaron 60 pruebas, 20 por cada una de los tres escenarios. El resultado fue que el 60% de los madrileños puestos a prueba se mostraron amables.
Para sorpresa de muchos, según la revista, la ciudad más educada del mundo es Nueva York. El 90% de los habitantes examinados de la Gran Manzana superó con éxito las pruebas.
La investigación tuvo en cuenta el sexo y la raza de los examinados. El 74% de todos los empleados en una tienda dio las gracias a los clientes. Además, según el estudio, apenas existe diferencia de trato entre los dependientes de las grandes superficies y los de las tiendas pequeñas. En las otras pruebas, los resultados son menos halagüeños. Sólo la mitad de las personas abre la puerta al resto. Y únicamente un tercio ayuda a recoger los papeles del suelo.
Según el estudio, los hombres son más educados que las mujeres en la prueba de los documentos. Además, los varones se mostraron más predispuestos a la hora de ayudar a las mujeres. Pero los varones son la mitad de amables con otros hombres.
Muchos mayores consideran que la cortesía es algo que escasea entre los más jóvenes. Pero la muestra realizada por la revista arroja otros datos: las personas menores de 40 años son las más educadas de todos los grupos. Los que menos ayudan al prójimo: los ciudadanos con más de 60 años.
Cuando los ciudadanos tienen que hacer un esfuerzo adicional, como agacharse a recoger papeles, se reduce el número de los que están dispuestos a echar una mano. Y entonces surgen las excusas. Muchos ignoraron los documentos caídos en el suelo. Otros, incluso, criticaron la torpeza o utilizaron la excusa de tener las manos ocupadas con un libro para evitar agacharse.
La revista reconoce que no es un estudio científico riguroso, pero es una prueba de la educación y amabilidad de la gente en las 35 ciudades más importantes del mundo. El experimento trata de comprobar cuál de las grandes urbes del mundo es la más educada, en ciudades donde millones de personas viven a un ritmo frenético, pero hay más personas que pierden unos segundos en hacer la vida más amable al prójimo.
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