Carta Mario Vargas Llosa # Centenario de Neruda

He tenido acceso a la carta que el escritor peruano envió al embajador de Chile en España el pasado mes de julio. Para los lectores de la Lista de Nacho

CARTA DEL ESCRITOR MARIO VARGAS LLOSA ENVIADA AL EMBAJADOR DE CHILE EN ESPAÑA CON MOTIVO DE LA ENTREGA DE LA MEDALLA DE HONOR PRESIDENCIAL CENTENARIO PABLO NERUDA.

Señor Embajador:

No sabe cuánto siento no estar entre ustedes esta noche, en la celebración del centenario de Pablo Neruda, como era mi intención. Un compromiso impostergable, hecho con mucha antelación, me impide la presencia física, pero estaré con ustedes de palabra, testimoniando con estas líneas mi solidaridad en el homenaje a uno de los más grandes poetas de la lengua española, cuya poesía ha marcado profundamente a muchas generaciones de lectores, y acaso a ninguna otra tanto como la mía.

Como dice la expresión inglesa, Neruda fue un poeta para todas las estaciones. En su inmensa obra hay poemas que seducen y entretienen a niños, que conmueven la sensibilidad de los adolescentes, que inquietan y hacen reflexionar a los adultos y entibian de serenidad y sabiduría a los ancianos. Por otra parte, aunque tenía hundidas sus raíces en su tierra, a la que cantó con poderoso aliento, Neruda no fue nunca un poeta provinciano. Su horizonte fue América, cuyos padecimientos, grandezas y hazañas evocó con acento épico en las vibrantes páginas del Canto General.

Aunque nuestras ideas políticas eran muy distintas, y en ciertas ocasiones discrepamos radicalmente, esto jamás interrumpió nuestro diálogo ni fue obstáculo para que mantuviéramos una amistad que recuerdo como una de las grandes experiencias de mi vida. Pablo Neruda era un amigo generoso y cordial, que volcaba su afecto de manera entrañable y creaba en torno una atmósfera estimulante y fraterna. Cuando se distendía, rodeado de gente que lo comprendía y admiraba, mostraba una intimidad delicada y un espíritu travieso, con sus apetitos y sus curiosidades universales, su memoria chisporreante de anécdotas y recuerdos de todos los continentes, y una ironía jocosa que podía hacer las delicias de sus amigos. En su vida cotidiana, en sus casas y en sus colecciones infinitas, Neruda fue un creador tan inesperado y original como cuando escribía.

Renovándole mi pesar por no estar con ustedes esta noche, Ie hago llegar con esta carta mis agradecimientos, que le ruego trasladar al Presidente de la República de Chile, don Ricardo Lagos, por la distinción que tan generosamente ha decidido concederme en la ocasión de este homenaje a Pablo Neruda.

Lo saluda cordialmente,

Mario Vargas Llosa