"Democracia tocada" por Nacho Fernández
ilustración de Lucy Pepper
Los sistemas es lo que tienen, son perversos y vulnerables. La democracia no vale lo mismo, o no es igual para un país europeo que para uno latinoamericano. Ni lo es para un pueblo o una región. Digo que "no vale" cómo expresión coloquial, sí matizo y entrecomillo el termino es porqué no soy antisistema.
La democracia -debería decir en vez de sistema- no es igual o no se aplica, o no se entiende en cualquiera de los lugares, sitios o territorios que la tienen como norma.
Me refiero a la democracia consultiva. Observo que en el ultimo año sin ir mucho más lejos, la democracia "no valió" para que los ciudadanos franceses y holandeses aprobaran la Constitución europea por ejemplo. "Ni sirvió" para apartar del poder a Hugo Chávez en Venezuela. Tampoco la democracia "sirvió" -y este fue un caso de mala- suerte- para cerrar el camino a Bush por un puñado de votos, según nos cuenta Mikel Moore al principio de Fahrenheit 9/11.
Si miro en nuestro entorno, el resultado tampoco es muy esperanzador respecto a la participación y a la democracia.
El estatuto de Cataluña se validó con el porcentaje más bajo de la historia de la democracia en nuestro país y eso que les iba mucho en ello -al menos eso decían por la matraca que nos dieron desde los medios y los políticos con el famoso "estatut", que por cierto ahora un tribunal puede dejar si efecto- aunque por lo que se ve, para los ciudadanos, un domingo con sol es más importante que todas los beneficios que les traerían el tan manido texto catalán.
Hace unos días el estatuto de Andalucía se aprobó con apenas una participación del 40% y eso que los dos partidos mayoritarios estaban de acuerdo y pedían el "Sí". Ellos solos representan el 90% de la cámara andaluza y sólo consiguieron movilizar a un mínimo electorado en sus pretensiones de organizar mejor la vida de la sociedad.
Podemos decir que esto ocurre aquí, pero resulta que en Portugal, al lado nuestro, donde se votaba una nueva ley sobre el aborto, el 'Sí' consiguió una victoria con una participación que alcanzó el 50 % de los votos.
La pregunta es ¿Qué esta pasando?, las democracias que gozan de buena salud -justicia, libertades, bienestar social, educación...- se quedan sin ciudadanos que las apoyen. O tal vez sean los políticos los que no conecten con esa ciudadanía y por eso los votantes les dan la espalda. O simplemente es que lo ciudadanos saben que hagan lo que hagan nada va a cambiar porque el mundo está organizado de tal manera que sus decisiones no tienen efecto a ningún nivel, ni económico, ni político, ni social.
Quizás por eso la sociedad está desmovilizada, sabe que es difícil oponerse a estos ritmos que marcar el capitalismo y la democracia. Se sienten ajenos a esta actividad y saben de su imposibilidad de cambiar las cosas del statu quo universal y por eso no entran en el terreno de la colaboración y prefieren un día de sol.
Si los consumidores de democracia no consumen la democracia, cae en picado en su precio, se devalúa.
Si los ciudadanos no participan, el sistema se precipita hacia espectáculos raros. Acaban aprovechándose de la anemia los partidos radicales y los discursos populistas.
Es difícil en tiempos de hiperinflación informativa que los políticos y los grandes grupos de comunicación marquen la agenda. Vimos la portada de la revista Time en su último número del año en donde aparecía la palabra YOU. Sí, la persona se hacía importante -no porque cuenten con ellla- como lo entiende la democracia el hecho de ir a votar , sino porque ha tomado un medio de comunicación como es Internet para dar salida moral y cívica a su participación democrática.
La propuesta de los políticos de ir a votar cada cuatro años ya no servía, cada día, millones de ciudadanos hacen su democracia opinando, recomendando y divulgando una información distinta, lo que se ha denominado en la Red la web social o 2.0
Estamos comprobando como la sociedad anda por un lado y los dirigentes por otro en todo el planeta. Cómo la información tiene un componente más participativo y los miembros de una misma familia - por ejemplo- se nutren de distintas fuentes informativas así observamos cuando llegan a la mesa a comer, ninguno sabe de lo que habla el otro porque básicamente tienen un canal de información distinto. Viven en dos realidades.
Vemos una tendencia donde empiezan a quedar muy lejos los ciudadanos de los medios de información tradicionales. Podemos decir sin ninguna duda que antes de ser publicado en prensa, tv o radio ya estaba en Internet. ¿Qué está ocurriendo? un medio tan joven y ya tan potente.
Quizás por eso este nuevo soporte esté conectando a personas que buscan su percepción de la realidad, o su fuga a otros mundos donde esta realidad sea o es distinta.
La irrupción de nuevos escenarios en Internet como puede ser Second Life, el masivo YouTube, o la abundancia de blogs, dan una pista de las referencias de entradas digitales entre los ciudadanos y la búsqueda de nuevos territorios para la ficción, alejándose cada día más de su realidad cotidiana, es decir de ser participantes y consumidores de democracia.
La sociedad cambia pero no porque lo digan los medios, ni los estados, la sociedad emerge en otros contornos, con otras fantasías, con otras pieles en lugares y espacios que aun son vírgenes. Lugares donde no hay leyes, no hay que votar y sobre todo espacios donde no tienes que escuchar a los profetas en la radio, en la tv o en las columnas de opinión. Sitios donde los lideres no están dándose besos de cuchillo.
El mundo, la realidad, esta en otro lado, el día que los que hacen la democracia se enteren, los ciudadanos volverán a visitar sus casas.
3 comentarios
anónimo -
bertha -
alejo -
De todas formas, este es un comentario amistoso. Personalmente no creo en la democracia burguesa.
A.Y.