"Más Europa por favor" por Nacho Fernández
Que hay una profunda crisis en Europa es un hecho. La noticia no puede ser más triste: la UE aparca el debate sobre su futuro.
Durao Barroso Presidente de la Comisión Europea aplaza los temas institucionales para centrar su estrategia de comunicación -a corto plazo- en hablar sobre la economía y las políticas cotidianas. Se deja aparcado el rechazo a la Constitución, la ampliación y otros temas de la agenda que parecían importantes hace una año.
Se ha filtrado la consigna del Presidente a los directores generales de la institución en su última reunión: "centrarse en las actividades diarias" y resolver los problemas que afectan a los ciudadanos como "consumidores" en temas energéticos, mercado interior, emigración y asuntos sociales.
En enero de 2007 entran a formar parte de la UE dos nuevos países Rumania y Bulgaria.
Los países grandes marcan el paso de los temas. Ahora el líder de la derecha francesa Nicolas Sarkozy ya en carrera electoral aboga por un minitratado Constitucional -desvirtuaría el largo proceso del debate Constitucional que hubo previamente e incluso los referéndum de algunos países- dando a la Carta un rango menor, es decir se rebajaría a un simple Tratado. Además el líder del partido conservador francés rechaza la entrada de Turquía al proyecto europeo.
Alemania tendrá la presidencia de la UE -los países rotan cada 6 meses- en enero de 2007. Para esas fechas Francia y Holanda, los dos miembros que dijeron NO a la Constitución Europea tendrán nuevos gobiernos. La agenda queda parada hasta saber quien serán los nuevos mandatarios de ambos estados para tomar soluciones al embarrado institucional al que nos ha llevado estos referendos negativos.
Así las cosas por este lado del mundo no parecen estar muy claras. Mientras España hoy trata de implicar a los 25 estados en la lucha contra la inmigración ilegal y será difícil que lo consiga, otros frentes se abren en la decadente Europa. Los más preocupantes; la revuelta en Hungría sin precedentes en un país de la UE -si exceptuamos los disturbios de la periferia de París el año pasado- y la amenaza constante del resultado de las negociaciones por parte del alto representante europeo Javier Solana con Irán para frenar la puesta en macha de su programa nuclear.
Esta claro que el proceso de unión e integración va a ser duro, largo y costoso. Si no hay un cambio de actores en la escena de la negociación y el dialogo será complicado unir tantos intereses y sensibilidades. Es necesario correr cierto riesgo para cerrar de una forma coherente todo este aparato político y administrativo que hoy resulta tan complejo. Si esto es así para ellos, para los políticos, imagínense para los que vivimos aquí abajo.
Europa se tambalea en su propia estructura. Sólo nos queda pedir a nuestros representantes desde todos los estados y como ciudadanos una cosa: "Más Europa por favor"
por Nacho Fernández.
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