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I y II Carta Abierta de Fernando Millán

I y II Carta Abierta de Fernando Millán

 El poeta y estudioso de la poesía visual española Fernando Millán ha enviado la segunda Carta Abierta . Aquí está el texto integro.  

 

Segunda carta abierta a todos los poetas visuales (incluso a los que no lo sean pero ellos se consideren así).

 

 

Por Fernando Millán

 

En los siete días transcurridos desde que inicié el envío vía e mail de mi primera “Carta abierta a los poetas visuales...”, no han dejado de producirse acontecimientos, y sobre todo un considerable intercambio de  opiniones, así como demandas de información y aclaraciónes. También un correo insultante entre un total de más de ochenta. Ya he respondido a la mayor parte, y en el día de hoy responderé al resto. Pero la coincidencia bieninencionada de algunos interlocuores en varias cuestiones me mueve a escribir esta segunda carta, en un afán por aclarar lo que pretendía decir, aunque no pretenda decir la última palabra.

 

Primero una aclaración del título de estas dos cartas: Conozco a un número considerables de sedicentes poetas visuales, que si se les juzga por sus producciones no lo son. Esta gente, en general, suele tener un problema de enfoque (de la mirada, claro). Su punto de vista parte de los géneros tradicionales (pintura, poesía, dibujo, fotografía, etc...) y de ahí que no comprendan lo que significa un “genero intermedia”. Ellos siguen pensando en términos tradicionales de “forma y fondo”, “contenido/continente”, etc...No han comprendido que todo el que quiere puede ser poeta visual. Pero ellos, en realidad, no quieren. No aceptan que en la poesía visual, en el fondo sólo hay forma, y en la forma sólo hay fondo. Pero hayan entendido, quieran o no, no quería dejarles fuera de mi carta.

 

 

Esta cuestión puede parecer menor, pero está en la raiz de, según algunos de mis interlocutores, la preponderancia actual de logreros, oportunistas, aprovechados y demás fauna. Estos amigos critican la libertad, igualdad, rechazo de un canon o método de valores aplicado a la poesía visual. Y ven en esto la causa de que estos recién llegados se estén haciendo con el “poder”. No niego que el aumento de poetas visuales que no saben lo que es la poesía visual (lean el artículo que Reglero escribió y ha colgado en Vórtice), va unido a comportamientos conservadores, y a actitudes sin escrúpulos. A esta gente sólo les importa “hacer curriculum”, figurar, coseguir influencia y poder, incluso aunque tengan que pagar para que sus obras aparezcan en una antología. Pero, al menos en lo que a mi caso se refiere, esa sólo es una cuestión marginal. Algunos de estos artistas trepadores se pusieron realmente furiosos porque sus obras no esaban en el Macba. Pero fue la maniobra de Reglero lo que convirtió el cabreo de algunos en un linchamiento, y no en una protesta contra el Macba.

 

 

Mi linchamiento mediático ha sido algo pactado, planificado, organizado y controlado. Es cierto que algunos palmeros, broncas y desconcidos con afán de notoriedad, han ayudado escibiendo tonterías dignas de un patio de colegio. Pero con eso también contaba Reglero, y es algo fácil de predecir.

 

 

¿Por qué Orihuela decidió eximir, en su carta, al Macba de toda responsabilidad en el montaje de Desacuerdos, al tiempo que me hacía a mí responsable de todo lo habido y por haber?. ¿Como puedo yo ser responsable de que el Macba presente sólo una pequeña cantidad de las obras que yo le presto (guardando el resto en sus almacenes) y esas pocas sin la cartella de identificación?. Porque ya tiene noticia por Reglero del pacto con Bartomeu Marí, y ha sido incluido en el grupo que va a presentar el proyecto de “gran exposición de poesía visual” en el Macba, y por eso se arrodilla delante de la “institución”. Y porque quiere escapar al ridículo que ha hecho después de decir a todo el mundo que la exposición era responsabilidad suya.

 

 

La verdad es que, analizando friamente la situación de la poesía visual en los últimos años, yo me siento claramente fuera de juego. Cuando pienso que estos poetas genuflexos ante los poderes culturales, dispuestos a cualquier cosa por conseguir uno de los premios que se conceden, son los herederos de las ideas radicales y transgresoras de los sesenta, no comprendo nada.

 

 

Sólo espero que mi decisión sirva para que todo el mundo comprenda que la poesía visual (pionera tambien en esto a nustro pesar), ha dejado que en su propio cuerpo se desarrolle un cáncer que, de no ser erradicado, va poner en peligro su propia existencia. Desde fuera, el comportamiento de Reglero, Orihuela y los suyos da una imagen canallesca, amenazante e sin ideas de la poesía visual. Y nadie con dos dedos de frente va a querer relacionarse con ella. (Sólo algunos periodistas carroñeros la van a utilizar cuando les sea útil). Desde dentro, nadie con sentido de la suprevivencia va a querer trabajar a favor del colectivo, salvo que consiga la bendición de Reglero. Es decir, que sea un alma servil. La època de la igualdad, la libertad y la fraternidad en la poesía visual se ha acabado, sustituida por el cesarismo. Me voy porque no estoy dispuesto a aceptar la servidumbre.

 

 

Un amigo en el que confío totalmente, me dice que Alfonso López Gradolí, cuando se refiere a mí, me llama “El Innombrable”. Se muy bien cual es la causa de su inquina contra mí (que ya dura más de treinta años), y cual es la intención que le mueve. Pero no me importa, y acepto a partir de ahora, que en el mundo de la poesía visual me llamen así, si con ello mi nombre (que mi madre eligió para mí) y mi apellido que mi padre me dió como su mejor herencia) quedan fuera.

 

Fernando Millán -

Madrid 9 de marzo de 2006

 

El poeta y estudioso de la poesía visual española Fernando Millán ha enviado una  Carta Abierta a medios de comunicación que saben , conocen  y valoran su obra y su investigación. Creo que esta humilde tarima de mi blog también puede servir para dar la palabra aquellos que lo solicitan. Aquí va su texto integro. Sólo señalar que en el asunto del correo electrónico llevaba la palabra: EXILIO. Que pena, que vayamos desangrándonos por la codicia y la mezquindad de algunos gestores culturales. Todos somos responsables. Todos, de que los mejores nos dejen.

Carta abierta a todos los poetas visuales (incluso a los que no lo sean, pero ellos se consideren así) Fernando Millán

 Ha transcurrido más de un año desde que se inauguraron las exposiciones de Desacuerdos en sus dos sedes de Barcelona y Granada. Aparte de la Declaración que sobre mi participación en estos eventos hice en el mes de abril, he permanecido en silencio a la espera de que el tiempo y un análisis pormenorizado de los elementos en cuestión, me permitieran un juicio ponderado, y tras ello, una toma de decisiones. En este tiempo, y no sin sorpresa y dolor, he asistido a una escalada de insultos, injurias, mentiras y demás mecanismos típicos del comportamiento canalla, por parte de un pequeño número de personas. A pesar de ello, salvo en el caso de Xavier Sabater, que hizo saber su disgusto públicamente, ninguna de las cientos de personas que habitualmente participa en eventos relacionados con la poesía visual, ha movido un dedo para hacer saber a estos matones mediáticos su desagrado o su contrariedad. Es más, las pocas personas con las yo mismo he hablado personalmente me han hecho saber de su “neutralidad”y su deseo de no mezclarse en semejante “guerra”.

En el momento actual tengo datos, informaciones y argumentos suficientes como para afirmar que todos los ataques realizados contra mí con la excusa de “Desacuerdos”son intencionales: La causa directa del linchamiento mediático a que fui sometido, y que de otra manera aún continúa, fue un pacto realizado entre Bartomeu Marí, subdirector del Macba, y César Reglero, sedicente poeta visual, y controlador del portal de internet Boek861. Este pacto tuvo lugar en la sede del propio museo, durante una reunión en la que acompañaron a Reglero varios acólitos. Esa reunión fue convocada por el propio Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona, tras recibir una serie de correos electrónicos muy críticos con la presentación que la poesía visual tenía en la exposición “Desacuerdos”, producida y montada por esta entidad. Tras oír las quejas de los asistentes a la reunión, Bartomeu Marí se mostró muy afectado, y afirmó que ellos habían mostrado las obras que Fernando Millán, en el cual confiaban, les había prestado. Ahora bien, como el tema de la poesía visual interesaba mucho al museo, les pedía a los presentes en la reunión que prepararan un proyecto para una gran exposición que el Macba acogería dentro de su programación.

A partir de ese momento se inició el montaje del linchamiento mediático. Si alguien tiene duda de que las cosas fueron así, puede revisar las páginas de la Poecrónica de Boek861 desde marzo hasta la actualidad, y si encuentra una sola crítica a la falta de profesionalidad del Macba, a su desprecio a las normas expositivas en la parte de la poesía visual de “Desacuerdos”, tal como pudo comprobar cualquier visitante durante el primer mes de la exposición, tendrá razón para no creer en esa versión.

Decisión final En el comportamiento de estos sedicentes poetas, así como en el de los acólitos que les apoyaron hay sin embargo un odio tan evidente contra mí, una actitud tan canallesca, que no puede nacer tan sólo de la actuación del Macba, dirigida a liberarse de críticas e insultos, tengo que reconocerlo. Desde mi punto de vista, Reglero encabeza un grupo de presión, a través del cual él y los que le secundan quieren aumentar su poder, imponer su presencia en cualquier clase de evento, y demostrar que están en condiciones de agredir a quien ellos quieran sin sufrir ninguna consecuencia negativa. Y para demostrarlo aprovecharon la ocasión que les brindaba “Desacuerdos”: Convertirse en importantes “comisarios” trabajando para el Macba, y arrojárme a mí fuera de cualquier actividad relacionada con la poesía visual.

Estos son, tristemente, los hechos. En función de ellos he llegado a tomar a una decisión irrevocable: A partir de hoy, 2 de marzo no participaré en ninguna actividad colectiva de la poesía visual sean publicaciones, revistas o cualquier otra clase de edición; ni en exposiciones, coloquios, reuniones, etc..., ni autorizaré la inclusión de mi imagen ni la de ninguna de mis obras sin un permiso escrito, en ningún medio.

En consonancia con ello, perseguiré legalmente a quien lo haga en cuanto tenga noticia fehaciente. Hago una explícita excepción de las actividades que sucedan fuera del territorio del Estado español, lo mismo que de las publicaciones.

Me considero un exiliado cultural.

Esta decisión la tomo con la esperanza de que este sacrificio borre mi nombre de la historia de la poesía visual, y gracias a ello deje de ser perseguido, insultado, e injuriado.

Renuncio a ejercer ningún tipo de poder, influencia o capacidad para influir en los acontecimientos, escribir la historia o dar ninguna clase de información. Por ello, al menos en un periodo de cinco años, a partir de la finalización de la exposición, comisariada por mí, “El Icono y otras formas intermedia de las neovanguardias”, celebrada en la Universidad Carlos III de Madrid, no concederé ninguna clase de entrevista, ni pública ni privada que se relacione con la poesía visual.

En consonancia con esta decisión, voy a proceder a buscar una institución extranjera a la que hacer donación de toda mi colección de poesía experimental, con la única condición de que ninguna de las publicaciones, obras y documentos que la constituyen, vuelvan nunca a suelo español bajo ninguna circunstancia.

Lo hago porque, ya que me es imposible dejar de ser español (no podría concebir la existencia sin esa identidad) quiero dejar constancia para las generaciones futuras de que la nuestra es una cultura canalla y no deben llamarse a engaño. Reconozco que, al tomar esta drástica decisión, al proceder a mi exilio cultural y social (durante cuarenta años la poesía visual ha sido el centro de mi vida), pongo en la mano de los que libremente han decidido ser mis enemigos, un triunfo y una baza mediática que les va a llevar a crecerse y acrecentar su matonismo y sus prácticas odiosas. Me consta que es lo que ellos buscaban. (Uno de ellos, en privado le ha dicho a un testigo creíble para mí “Vamos a hacer que Millán desaparezca de la poesía visual”.) Pero no está en mi mano pararles los pies ni mucho menos desactivarles, y los que podrían hacerlo han demostrado con su neutralismo, su cobardía o su miedo, que no lo van a hacer.

Para contribuir a mi leyenda personal de hombre creído y pagado de sí mismo, me permito citar unos versos de Luis Cernuda escritos a la muerte de Federico García Lorca. No hay comparación posible, desde luego, entre la terrible desgracia que fue la muerte del poeta granadino, y la mía, porque a mí aún no me han fusilado, pero sí me condenan a una muerte cultural. Por lo tanto, las cosas no han cambiado, después de todo, tanto como podría parecer: El odio y la violencia siguen siendo la norma por la que se rige la cultura en este triste y desgraciado país: Triste sino nacer Con algún don ilustre Aquí, donde los hombres En su miseria sólo saben El insulto, la mofa, el recelo profundo Ante aquel que ilumina las palabras opacas Por el oculto fuego originario.

Fernando Millán Madrid 2 de marzo de 2006

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