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"Ríos de tinta para poner en marcha el curso literario" por Juan Carlos Rodríguez

"Ríos de tinta para poner en marcha el curso literario" por Juan Carlos Rodríguez Martin Amis en la fotografía

Publicado por el diario español LA RAZON 31.08.05

Un gran número de autores españoles de primera línea se reencontrarán con el lector, aunque los extranjeros, de Philip Roth a Martin Amis, hacen valer su calidad. El nuevo curso literario arranca con un atasco de buenas novelas. Son muchos los autores españoles que regresan a la cita con el lector, pero quizás las mayores expectativas son para los extranjeros al umbral del Nobel

Madrid- La «Operación retorno» renovará los escaparates de las librerías bajo el síndrome del atasco. Y es que las editoriales apresuran su vuelta al mercado literario con una sobreabundancia de novedades que deja atrás épocas de sequía. La novela se repone, después de un año más gris de lo deseable, marcado todavía por la sombra alargada de Dan Brown, cuya estrella comienza a remitir, y la constante presencia de Carlos Ruiz Zafón –«La sombra del viento» (Planeta)–. Y ya van para cinco años. Aunque en la caravana de vuelta de las playas llegan muchos autores españoles –J. J. Benítez, Enrique Vila-Matas, Ángela Vallvey, Ramiro Pinilla, Almudena Grandes, Luis Mateo Díez, Rosa Montero, Juana Salabert, José Jiménez Lozano, Lorenzo Silva, Jesús Ferrero, Jorge Martínez Reverte, Albert Sánchez Piñol...–, son las traducciones las que más se hacen esperar. Y es que, en los dos próximos meses, llegarán las últimas entregas de Philip Roth, Martin Amis, Miche Houellebecq, Ian McEvan, J. M. Coetzee, Salman Rushdie, Jonathan Franzen, José Saramago o Paulho Coelho. El lector gana.


La memoria que no cesa.

Ángela Vallvey será de los primeros autores en reencontrarse con los lectores. Lo hará en una intriga, «La ciudad del diablo» (Destino), título que reproduce la denominación con la que la curia eclesiástica se referia a la II República. Vallvey se adentra en la España franquista a partir del crimen de una joven comunista en la ciudad de San Esteban, nombre bajo el que se esconde Toledo.

Otra perpectiva, aunque en un ensayo, la dará Juana Salabert. La novelista recoge en «Hijas de la ira», (Plaza & Janés) el testimonio de mujeres como Julia Gutiérrez Caba, Ana María Matute o Josefina Aldecoa como «niñas de la guerra». Una lección de historia sobre la Guerra Civil, el exilio y el miedo.

El gran regreso es el de J.J. Benítez, quien con «Nahum» (Planeta) continúa –y ya ha hecho esperar a sus miles de seguidores– la serie de «Caballo de Troya», que alcanza el séptimo volumen y estará ambientado en el año 25 de nuestra era. Y que es, sin dudarlo, uno de los títulos más esperados del año.

Quien también regresa, y a su particular universo metaliterario, es Enrique Vila-Matas, quien en «Doctor Pasavento» (Anagrama) indaga en la «repugnancia» de la fama literaria a partir de, comos siempre, el caso real del escritor Robert Walser (1878-1956). Además, Lumen reeditarará la inencontrable «La asesina ilustrada», una de sus obras primerizas y, precisamente, la que escribe el protagonista de «París no se acaba nunca», su última obra.

Almudena Grandes seguirá fiel también a su narrativa en cinco relatos en los que, en el progresivo rejuvenecimiento de sus personajes, retrata la travesía entre la adolescencia y la madurez. Será «Estaciones de paso» (Tusquets). En Alfaguara reaparecen Rosa Montero –«La Historia del Rey Transparente»–, quien sigue prefieriendo los mundos de la fantasía a los de la realidad, y Luis Mateo Díez –«El fulgor de la probreza»–, quien sigue atravesando los terrorios de la memoria y la ficción para contar ahora la tendencia irrefrenable que ataca a un padre de familia para huir de los suyos.

Quien huye, pero de los versos, es el premiado poeta Carlos Marzal, que se ha atrevido con la novela. Su opera prima será «Los reinos de la casualidad» (Tusquets), más bien una suma narrativa en la que caben todos los géneros, desde el diario al relato largo, los aforismos y, evidentemente, la lírica. Pura obsesión literaria.
Otras novedades que no hay que dejar de tener en cuenta son las de Jesús Ferrero («Ángeles del abismo», Siruela), Ramiro Pinilla –que cierra la trilogía de «Verdes Valles, colinas rojas» (Tusquets), Antonio Gómez Rufo («La ciudad de los sueños robados», Planeta), la incombustible Mercedes Salisachs («Reflejos de luna», Planeta), David Torres («El mar en ruinas», Destino), Jorge Martínez Reverte («Gudari Gálvez», Espasa, el regreso de su irónico personaje) o José Jiménez Lozano («Las gallinas del licenciado», Seix Barral), Javier Calvo («Los ríos perdidos de Londres», Mondadori) o Manuel Rivas («Oeste», Alfaguara).

Aunque los escritores hispanoamericanos pondrán un punto y seguido. Desde la nueva entrega memorialística de Alfredo Bryce Echenique («Permiso para sentir», Anagrama) a las últimas novelas de Juan Villoro, Santiago Gamboa o Nélida Piñón. Mientras que Sergio Pitol y Rodrigo Fresán reúne los mejor de sus relatos en Anagrama.

El salto a la novela extranjera lo inaugura «El zahír» (Planeta), la nueva entrega de Paulho Coelho, que sale con una tirada inicial de 250.000 ejemplares el próximo día 6 de septiembre. En ella, el escritor brasileño se adentra en la obsesión de un escritor de fama mundial por encontrar a su mujer desaparecida de la noche a la mañana: una historia de búsqueda, de amor y encuentro con uno mismo. Por esa «Obsesión» (El Aleph) transitará la Nobel Eldriede Jelinek. Al umbral de ese premio tan ansiado llega Philip Roth –de quien Seix Barral reedita «Zukerman»– con una novela que encasillar en ciencia ficción es una mera etiqueta: «La conjura contra América» (Mondadori), plantea qué hubiera ocurrido si Estados Unidos, en vez de enfrentarse a Hitler, se hubiera aliado con el ejército nazi. Para echarse a temblar. Como va a suceder con Martin Amis y su «Perro callejero» (Anagrama), que ha hilado una novela aterradora y divertida a la vez, popurrí de género y recursos, en la línea del autor británico, con historias que se cruzan: el «antimarido» Xan Meo, el misterioso Joseph Andrews, Clint Smoke –periodista amarillo– o Henry England, el rey de Inglaterra. Clones en España. Interés hay, y mucho, por leer «La posibilidad de una isla», la novela de Michel Houellebecq que mañana se pone a la venta en Francia y que llegará en noviembre publicada por Alfaguara. Y no sólo porque Houellebecq, tan maldito como mediático, se atreve con el fantasma de la clonación, sino porque transcurre donde fue escrita: en Almería. El 11-S y la angustia. Otros fantasmas, los de la violencia y las guerras modernas, son los que transitan por el largo día, 15 de febrero de 2003, que Ian McEwan describe en «Sábado».

Así como en la que es la primera novela sobre el atentado de las Torres Gemelas que llega desde Estados Unidos, «Tan fuerte, tan cerca» (Lumen), de Jonathan Safran Foer, que erige en narrador del ataque terrorista a un niño de 9 años. En «Shalimar, el payaso» (Mondadori), Salman Rushdie vuelve a hacerle frente al radicalismo islamista después de la perseguida –y que le costó al autor una llamada a su asesinato– «Versos satánicos». Nada que ver con «Hombre lento» (Mondadori), donde el Nobel J. M. Coetzee se adentra en los oscuros recovecos de la vejez, el amor y la muerte. Y en esas mismas coordenadas se moverá otro Nobel, José Saramago con «Las intermitencias de la muerte» (Alfaguara). Hanif Kureishi, por su parte, verá como se traduce al castellano «Mi oído en su corazón» (Anagrama), en la que el autor paga la deuda con su padre, escritor empedernido que no consiguió publicar. En el otro extremo, «Jonathan Strange y el señor Norrell», opera prima de la británica Susanna Clarke, bautizada como la mejor novela fantástica escrita en las últimas décadas en Gran Bretaña. De hecho, los productores cinematográficos de «El señor de los anillos» han comprado sus derechos. Por cierto, que de J. R. R. Tolkien, Minotauro publicará «Las aventuras de Tom Bombadil». A por Dan Brown. No es una novela, pero que su autor sea Jonathan Franzen hay que creer ciegamente en su calidad narrativa. El autor norteamericano regresa a Seix Barral con «Zona templada», o lo que es lo mismo, sus testimonio sobre cómo creció junto a uno de los personajes del cómic más rebelde de los últimos años: Charlie Brown. Dos puntos y apartes: Primero, para la carrera por el relevo de Dan Brown como indiscutible «superventas». Umbriel, por ejemplo, para que todo que de en casa, apuesta por «La Historiadora», de Elisabeth Kostova, que según qué idioma, en catalán por ejemplo, es misteriosamente «El historiador». Segundo, para el apartado de «grandes clásicos» de la literatura contemporánea. De R. L. Stevenson, Siruela lanza sus ensayos de «Memoria para el olvido» y El Aleph hace lo propio con los artículos sobre literatura de Virginia Woolf («Horas en la biblioteca»). Por otro lado, no hay que olvidar que Círculo de Lectores pone el punto final a las obras completas de Octavio Paz, a la vez que inicia la de dos maestros de la narrativa: Nabokov y Juan Carlos Onetti.

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