Correo desde México de una amiga
Dejo este correo electrónico que me ha llegado hoy, para su lectura, para la reflexión. Tan poco vale la vida.
Querido amigo,
He leído todos tus correos.Gracias por mandarme las reseñas de esas tertulias literarias que me parecen muy gratas. He disfrutado las imágenes y los recorridos por las calles de Madrid y esto me ha hecho bien, pues no te imaginas el dolor y la angustia que hemos pasado en familia durante el mes de abril.
Sucede que secuestraron a una prima hermana mía,muy querida. Ella es ejecutiva bancaria, hija de un hermano de mi mamá, viven en la ciudad de Guadalajara. El tío con sus 85 años ya te imaginarás, desde que lo supo se quedó sin habla, pues es su única hija. Fue algo escalofriante. Los secuestradores, gente muy agresiva, nos pedían rescate una cantidad de dinero considerable para nuestras posibilidades. Y entre amigos, compañeros y familia apenas si logramos reunir la cantidad. Primero nos acosaron con la presión psicológica llamando por teléfono a cada instante y después tres días de un silencio brutal que fue dolorosísimo. Pensamos que la habían matado. Tuvimos mucho apoyo de personas solidarias y fraternas. Y oramos, hay momentos en que lo único que te queda es orar. Finalmente la pudieron rescatar, un escuadrón antisecuestro. Esto fue el 3 de mayo.
Siento que la vida empieza nuevamente a fluir. Y tus correos han sido como un soplo de aire fresco, acercándome a esas cosas que hacen nuestra vida más amable, como la literatura. Qué no cura la poesía amigo mío.
Por ahora me despido. Te mando un beso desde el arenario
Querido amigo,
He leído todos tus correos.Gracias por mandarme las reseñas de esas tertulias literarias que me parecen muy gratas. He disfrutado las imágenes y los recorridos por las calles de Madrid y esto me ha hecho bien, pues no te imaginas el dolor y la angustia que hemos pasado en familia durante el mes de abril.
Sucede que secuestraron a una prima hermana mía,muy querida. Ella es ejecutiva bancaria, hija de un hermano de mi mamá, viven en la ciudad de Guadalajara. El tío con sus 85 años ya te imaginarás, desde que lo supo se quedó sin habla, pues es su única hija. Fue algo escalofriante. Los secuestradores, gente muy agresiva, nos pedían rescate una cantidad de dinero considerable para nuestras posibilidades. Y entre amigos, compañeros y familia apenas si logramos reunir la cantidad. Primero nos acosaron con la presión psicológica llamando por teléfono a cada instante y después tres días de un silencio brutal que fue dolorosísimo. Pensamos que la habían matado. Tuvimos mucho apoyo de personas solidarias y fraternas. Y oramos, hay momentos en que lo único que te queda es orar. Finalmente la pudieron rescatar, un escuadrón antisecuestro. Esto fue el 3 de mayo.
Siento que la vida empieza nuevamente a fluir. Y tus correos han sido como un soplo de aire fresco, acercándome a esas cosas que hacen nuestra vida más amable, como la literatura. Qué no cura la poesía amigo mío.
Por ahora me despido. Te mando un beso desde el arenario
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