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"Cuecat" por Joaquín María Aguirre

"Cuecat" por Joaquín María Aguirre El extraño caso del ratón que se enfrentó al gato. Defensa de la Privacidad, intereses comerciales y reacción ciudadana

A principios del mes de noviembre [2000], aparecía en la prensa española una noticia referida a un pequeño invento desarrollado en los Estados Unidos por la empresa Digital:Convergence Corporation. Según la información elaborada en Washington por un corresponsal español, Digital:Convergence "promete que estos pequeños ingenios son la herramienta decisiva para salvar el actual abismo entre nuevos medios y medios tradicionales de comunicación."1 El invento en cuestión, el ":CueCat", es un pequeño scanner de códigos de barras, con forma de gato -de ahí le viene su nombre-. Este dispositivo periférico lector tiene como objetivo establecer un puente entre los medios impresos y la Red.

Su funcionamiento es muy sencillo y la idea no es mala. Los medios impresos, periódicos y revistas, pero puede ser cualquier otro, incluyen en sus páginas unos códigos de barras que son leídos con el :CueCat. Este transmite la información al ordenador y el ordenador, si está conectado a la Red, establece una conexión con la dirección de Internet que estaba contenida en el código de barras y lleva al lector hasta ella. Allí puede encontrar ampliaciones de las informaciones. El dispositivo es gratuito y se entrega, junto con su software, con revistas y periódicos y en la cadena comercial Radio Shack. En la información se señalaba que, durante el mes de agosto, la revista Forbes había enviado el scanner a sus 810.000 suscriptores. La revista Wired también tenía intención de hacer lo propio con sus 400.000 suscriptores. El suplemento dominical Parade, distribuido a través de muchos medios norteamericanos, también se lanzaba a la aventura con el gato. Las lista de cabeceras de periódicos que pensaban incorporarse al sistema era muy amplia. Se citaban en la información algunos: «Dallas Morning News». «Providence Journal», «Milwaukee Journal Sentinel» o «Denver Rocky Mountains News». El precio de producción de cada unidad del :CueCat era de un dólar y medio y la compañía esperaba distribuir, solo en los meses que van de agosto al final del año 2000, más de 10 millones de aparatos entre los lectores de los medios citados y los que se fueran añadiendo al proyecto. Para el año 2001, eran cincuenta los millones de aparatos previstos.

Pero el :CueCat no es solo utilizable desde los medios impresos. También la televisión puede sacarle partido. Conectada a la tarjeta de sonido del ordenador, este puede recibir señales, equivalentes al código de barras visual, y remitir al usuario a cualquier parte de la Red. La radio es, igualmente, utilizable con el sistema.

Como puede comprobarse. a primera vista, todo son ventajas y fue precisamente este escenario idílico el que me llevó a interesarme por el caso. Tanta perfección siempre es sospechosa. Tras tanta unanimidad siempre se esconde algo.

Utilizando los mecanismos habituales de rastreo por la Red, pronto pude hacerme una idea de la situación que el :Cuecat había generado y que, desde luego, apenas tenía nada que ver con el escenario idílico al que antes nos referíamos. Más bien sucedía todo lo contrario. El scanner de barras había generado conflictos de todo tipo y el caso era tratado en cientos de artículos desde todas las perspectivas: medios, empresas y usuarios.

El caso me parece interesante porque permite contemplar y analizar diversas situaciones de conflicto y tensión que la constitución de la denominada Sociedad de la lnformación está generando. Es un caso muy ilustrativo de los conflictos de intereses que se están produciendo hoy y cuyo origen profundo está en la resistencia social a la mercantilización absoluta que estamos padeciendo en todos los ámbitos. También es una buena demostración de los mecanismos autoprotectores que se desarrollan en la base de la Sociedad de la Información y, en última instancia, la demostración de que debemos abandonar la inocencia que mantenemos en muchos casos para defender nuestros derechos de forma decidida...

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El extraño caso del ratón que se enfrentó al gato...CUECAT

Dr. Joaquín Mª Aguirre Romero es director de la revista Espéculo y profesor de la Universidad Complutense de Madrid.
aguirre@ccinf.ucm.es

1 comentario

Cristina -

Es realmente curioso que exista algo asi, la verdad que es la primera vez que lo he oido, bueno leido, y creo que en un futuro la publicidad deberia ser presentada de esta forma,y permitirnos ser mas selectivos, es peor para la publicidad pero por lo menos podremos respirar y salir del mar de informacion en el que nos obligan a estar metidos .